¿Quién debe (y quién no debe) estar en mi equipo?

¿Quién debe (y quién no debe) estar en mi equipo?

Es época de contrataciones en los colegios, y las redes sociales se llenan con búsquedas de profesores, coordinadores y jefes de departamento. Son momentos de tensión en cada institución educativa, pero para los líderes escolares es un minuto vital: como cualquier entrenador deportivo, debo preguntarme “¿a quién quiero tener en mi equipo?”. Jim Collins, el escritor e investigador norteamericano de Stanford, responde esta pregunta señalando que tener a las personas correctas en los cargos correctos es el paso más relevante para comenzar a avanzar hacia los resultados esperados.

Obvio, dirá el lector. Pero, ¿qué hace que incorporar a la gente correcta al equipo sea una decisión tan relevante?  En primer lugar, en épocas de cambio y desafío (¡y vaya que estamos experimentando desafíos en los colegios!), es la gente correcta la que permite a los establecimientos adaptarse y enfrentar positivamente los desafíos. Cuando todo parece perdido en la cancha, es el jugador que no se rinde, que sigue haciendo pases y apuntando al arco el que no puede faltar en el equipo. En segundo lugar, a la gente correcta no hay que “motivarla”; todo lo contrario, tiene una determinación y motivación intrínseca que se convierte en un motor para los equipos que le toca dirigir (o estudiantes a los que debe enseñar). Es el jugador que lo da todo en la cancha, todos los partidos. No por el sueldo – aunque sabemos que el sueldo es importante- sino porque siempre quiere hacer todo con un alto nivel de excelencia y está determinado a formarse para lograrlo. En tercer lugar, todos sabemos el costo y el peso de tener a alguien que no se suma dentro del equipo: con esos jugadores no importa si el partido es amistoso o el de la final de la copa, no lograremos llegar a la meta. Pueden ser personas llenas de otras virtudes, pero no son los jugadores para nuestro equipo.

Por lo mismo, vale la pena invertir tiempo y recursos para incorporar a las personas correctas al equipo.  Inyectar talento es la mejor fórmula para mejorar una organización. Aunque contemos con una visión clara, estrategias definidas y recursos para implementarlas, si no tenemos a las personas correctas, no lograremos nuestros objetivos.

Y entonces, la pregunta que surge es ¿cómo reconocer a los jugadores de excelencia para incorporar al equipo? Algunas características que la investigación ha resaltado son las que enumeramos a continuación:

1.- Comparten nuestros valores: comparten el ideario de nuestro proyecto, tiene nuestro mismo código moral, se alegran y se molestan por las mismas cosas que nosotros. Es importante preguntar directamente por aquellos aspectos que suelen ser controversiales y que son relevantes para el proyecto educativo: la disciplina, las evaluaciones externas, el bienestar emocional, entre otros.

2.- Están dispuestas a formarse y aprender: se caracterizan por la humildad de saber aceptar retroalimentación y preguntarse siempre cómo lo pueden hacer mejor una próxima vez. Es útil preguntar sobre los fracasos y dificultades y cómo los ha abordado a lo largo de su trayectoria profesional.

3.- Tienen motivación intrínseca por la excelencia: son disciplinadas y gozan haciendo la cosas bien. Hay que estar atentos a personas que entrenan algún deporte o que tocan algún instrumento, ya que suelen tener esta característica.

4.- Son flexibles: están dispuestas a adaptarse a las necesidades y a cambiar la estrategia actual si no está teniendo el impacto esperado. Se debe identificar a aquellos miembros del equipo que están dispuestos a hacer las cosas de manera diferente si los estudiantes requieren algo distinto o es necesario cambiar el plan.

En tu experiencia de liderazgo, ¿qué otro elemento te permite reconocer al jugador que va a potenciar tu equipo?